Conozco a los padres de Martina de hace tiempo pues llevo yendo a se peluquería muchos años, quizás los conozcáis de la peluquería Monclús en Ripollet. Esta vez han pasado ellos por mis manos, jeje.
Martina lo hizo muy bien, quién costó un poco fue Poppy, el perro de la familia, es joven y no paraba, jajaja! Lo pasamos muy bien y yo disfruté mucho haciéndoles fotos.






